28 mar 2012

El principio de un todo.

Cuando nacemos y empieza nuestro desarrollo existe una larga distancia entre nuestras virtudes y nuestros defectos, vean sino una aula escolar, el niño sentado en primera fila  tiene una gran facilidad con las matemáticas, sin embargo, tiene mayor dificultad con la lengua. A su lado se sienta su mejor amigo, que le ocurre justo lo contrario, tiene una gran redacción pero le cuesta mucho sumar.

¿Qué creen que pasará cuando estos niños acaben la escuela?

Probablemente al niño que le costaba escribir ahora tenga una redacción decente, y el que era torpe con las matemáticas es capaz de entenderlas discretamente.  Pero el problema está en que sus virtudes no han sufrido la misma progresión que sus defectos, estos han sido exponencialmente más potenciados que las otras. Esto es debido a que la educación actual estandariza a los alumnos, su único objetivo es que lleguen a la línea, no le preocupa que la sobrepasen sino que queden por debajo en todos los campos que la contienen.

Potenciar más los defectos que las habilidades no me parece sinónimo de una sociedad madura e inteligente, creó que actualmente vivimos una revolución en muchos sentidos pero desgraciadamente no ha llegado a la educación y nuestro deber es hacer que suceda.

Hay que reeducar a la educación está claro, pero, ¿por dónde empezar?

Bueno si hablamos de mejorar esta sociedad vemos que  la relación más directa entre el individuo y la sociedad es su profesión. Y esta profesión cuanto más bien se desarrolle más beneficio otorga a la sociedad  que la contiene. La persona humana relaciona felicidad con habilidad (aquello que hacemos con facilidad nos gusta), conclusión:

Si soy feliz en mi trabajo voy a ser 100 veces más productivo, por lo tanto, mi aportación a la sociedad será mayor. Entonces…

¿Por qué dejamos que educación, familia… decida algo tan importante como nuestra profesión?

¿No deberían ser nuestras habilidades, experiencias los factores clave llegado el momento de esta elección?

Expekid es la respuesta a esa pregunta y el primer peldaño a escalar para llegar a la cima de una sociedad nueva y futura en la que los títulos serán papel mojado y lo único que valdrán son las habilidades, habilidades que serán desarrolladas desde muy temprana edad.

¿Cuál es el resultado de una elección basada en la experiencia?

La reeducación ha empezado, ¡compártela!

Albert Palenzuela. Emprendedor.